lunes, 25 de abril de 2011

ALSA de mis amores.

Este es un foto-reportaje acerca de mi último viaje Elda-Elche con la compañía ALSA.

En la primera imagen, empezamos bien, podemos ver el horario de ALSA para este trayecto. Afortunadamente no sacamos los billetes por Internet, ya que el autobús que queríamos coger era el de las 15:50. El único problema es que este autobús no existe y si hubiéramos comprado los billetes por Internet tendríamos que haber llegado a Elche corriendo por la autovía con los billetes en la boca. El que si existe es el de las 16:55 una hora después y, además con 15 minutos de retraso.


Una vez en el bus buscamos sitio, encontramos un sitio estupendo al final para ir los dos juntos. Estupendo excepto por el vómito seco del suelo y el asiento. Evidentemente nos buscamos otro, aunque hemos tenido que ir separados.

Una vez sentado empiezo a mirar a mi alrededor, y lo primero que veo es un trozo del techo del autobús colgandero. En cierta forma el bamboleo del pedazo de techo tenia su gracia y ritmo. En la imagen no se ven claras pero también había una ingente cantidad de marcas de dedos negras en gran parte del panel de la derecha, precioso.


Dirijo mi mirada al suelo después de darme un poco de grima el techo del autobús y me encuentro esto:


Como tampoco se ve muy clara, la explico. Las manchas grandes son chicles pegados al suelo, lo de abajo a la izquierda son los restos de una colilla. Lo que menos se ve es la cantidad de tierra que hay por el suelo. También podeis ver a la derecha mi mítico 48 en canal.

Viendo esto dirijo mi mirada justo encima de mi cabeza y me tropiezo con esto:


Unas extrañas gotas resecas que mejor no saber que son. Esta es la parte digamos colateral, lo gordo estaba justo encima de la cabeza de mi compañera de asiento y podéis verlo en la siguiente imagen:


Muchas más cosas resecas de origen desconocido de color marronaceo y textura grumosa. Preciosas.

Decido centrar mi mirada a lo que tengo frente a mi y me topo con esta maravilla:


En el velcro donde debería de engancharse la funda para el asiento de delante, tampoco existía la susodicha funda en más de la mitad de las plazas del bus, encuentro una miriada de pelotillas de colorines que aseguran que este bus no se ha limpiado a fondo en mucho tiempo.

Siguiendo mi espíritu curioso e investigador decido abrir la bandeja acoplada al asiento de delante...

Allí estaba esperándome un trozo de pollo que ALSA me dejó allí hace algún tiempo por si me daba hambre.

Ante el ascazo que me da, cierro la bandeja, giro el cuello ante el pestazo hacia la derecha y encuentro otras de las grandes joyas de esta exposición:


Yo la llamo el "extintor invisible" y no es necesario comentar nada acerca de ella, habla por si misma.

Al llegar a Elche he bajado rápidamente del camión de cerdos que es ese autobús, no sin antes notar como mi mano quedaba pegada al reposabrazos, y he cogido un autobús urbano para llegar a casa. En el he oído la mejor conversación en años:


Cuatro chicas de unos quince o dieciséis años hablando:
- El año que viene es bisiesto.
- Buf, pues eso es un follón. Cuando yo salía con el Eloy celebrábamos el aniversario el 31 de Noviembre pero el año que no era bisiesto teníamos que hacerlo el 1 de Diciembre...



MARAVILLOSO
 En fin, historias de viajes... 

2 comentarios:

  1. Grande Alsa con su monopolio, es asqueroso, que tomen nota yaa. Estaría bien ir a la OMIC y denunciar. Y ahora sí, ante esa gran conversación, mi primera impresión ha sido...jajajajajajaja. INCREIBLE

    ResponderEliminar
  2. ¿Sabes que pasa?, que el año que viene es bisiesto, entonces el 1 de Mayo cae 31 de Abril... malditos bisiestos.

    ResponderEliminar